El éxito de una empresa está fuertemente vinculado a que su cadena de suministro funcione correctamente. Es el proceso crucial que comienza con las materias primas y acaba con la entrega del producto final.
El tamaño y la complejidad de una cadena de suministro son factores variables. Un producto como el café, por ejemplo, puede implicar pasos como el cultivo, la producción, el procesamiento, el transporte y la distribución.
Las empresas necesitan proporcionar servicios y mercancías con la máxima eficiencia posible para satisfacer las necesidades de los clientes exigentes, en constante cambio en la era digital.
Las mejoras en la cadena de suministro pueden ahorrar mucho dinero. Por ejemplo, el fabricante de aviones Boeing ha alcanzado un acuerdo con Mitsubishi Heavy para disminuir el costo de producción de las alas de su 787 Dreamliner “buscando aumentar la eficiencia de su sistema de producción y de su cadena de suministro mediante los métodos de fabricación ajustada (`lean production´), automatización y otras medidas”.
Según una encuesta realizada por Deloitte en 2014, el 79 % de las empresas con cadenas de suministro de alto rendimiento consiguen un aumento de los ingresos mayor que la media.
En esencia, las empresas compiten a través de la capacidad de su cadena de suministro, pues determina su forma de planificar, comprar, fabricar y distribuir mercancías. También condiciona el costo y la calidad de los productos, así como la agilidad con que reacciona a las necesidades de los clientes y el mercado.
Con lo digital, el mercado internacional no deja de crecer, lo que conlleva que la competencia también lo haga. En un informe elaborado por GT Nexus en 2016, el 40 % de los altos directivos implicados en procesos de fabricación declararon que sus empresas se habían visto afectadas por cambios en la cadena de suministro en los 12 meses previos.
Los líderes empresariales buscan formas de adelantarse a la competencia, pero también se enfrentan a la constante evolución del mercado. Por ejemplo:
- Los clientes conocen mejor las tecnologías digitales, por lo que sus exigencias son mayores en cuanto a la disponibilidad de productos, y el plazo entre el pedido y la recepción
- Un mercado global implica más competencia de todo el mundo
- En muchos sectores, la normativa es cada vez más restrictiva
- Cada vez se dispone de más tecnología, como sensores y herramientas de análisis, que permite a las empresas predecir la demanda de los consumidores y distribuir productos con mayor eficacia y eficiencia
Fuente: https://blog.sage.es