La era digital nos atraviesa a todos. Nadie puede evitarlo, lo mismo que intentar no vivir el año 2020 o el año 2021. No sin importantes consecuencias. Las eras de disrupción se aceptan, y se aprovechan. Sin embargo, hay frases que se mencionan con frecuencia, y si no se entienden correctamente se corre el riesgo de ir en la dirección equivocada.
La transformación digital es positiva, y debería ser motivo de entusiasmo en la empresa. Lamentablemente, muchos de los “evangelizadores” de la transformación digital usan el miedo para intentar motivar a los directivos y dueños de las empresas, y a veces generan rechazo o malas interpretaciones.
El riesgo de no entender la transformación digital es el mismo que entender mal un consejo, se termina haciendo todo lo contrario y las consecuencias son mayores, porque además de no obtener los beneficios esperados se pierde la inversión económica y de recursos humanos.
Además de evaluar el consejo, es necesario evaluar quién da el consejo. La pregunta es fácil: ¿recibirías consejos de cocina de alguien que no cocina?, ¿contratarías una empresa de carpintería para servir una comida? Existen profesionales expertos que se han formado y certificado en programas relacionados a la transformación digital y pueden validarla.
¿Cuáles son esos mitos? Presentamos tres:
Mito 1: “La Transformación Digital reduce la plantilla”. FALSO
Esta es quizá la frase más usada y la más alejada de la realidad. Ni siquiera se trata de un “depende”. La respuesta es directamente NO.
- Emprender la transformación digital se hace porque la empresa necesita adaptarse a la era digital, no porque necesite o quiera despedir empleados (que por lo general nadie quiere hacerlo). Se hace porque los procesos, productos, y muchas veces el modelo de negocio, requieren renovarse.
- Es como si trasladáramos la empresa a Finlandia, deberíamos aprender su idioma, su cultura, la forma de hacer negocios, escribir procedimientos adecuados al país, a sus reglas, a su forma de entender las empresas. La Transformación Digital es lo mismo, es “mover” adaptando la empresa a la era digital. La diferencia es que llevar la empresa a Finlandia es opcional, pero la era digital nos llega y no podemos elegir no entrar dentro de ella.
- Claramente los proyectos innovadores de las empresas se hacen con el objetivo de crecer y aumentar los ingresos, la reducción de la nómina no es un objetivo ni es una consecuencia. Por supuesto transformar una empresa implica transformar también puestos de trabajo, no todos, pero es inevitable que ocurra.
- Cuando el empleado entiende que su puesto de trabajo es ahora estratégico en la empresa, celebra y siente seguridad, confirma que tiene un rol importante en la organización y en la supervivencia de la misma.
Mito 2: “Todas las empresas deben hacer Transformación Digital”. FALSO
Por supuesto todas las empresas van a vivir en la era digital, pero algunas han nacido digitales por lo tanto no tienen nada de qué preocuparse, y otras ya han recorrido el camino y no necesitan hacerlo nuevamente.
- Todas las empresas se benefician de la digitalización, y se benefician convirtiendo productos tradicionales en digital, pero esto no es sinónimo de transformación.
- La trasformación la necesitan las organizaciones creadas principalmente antes de 2005 y que no han emprendido su adaptación aún. Para algunas de estas organizaciones se trata de un proceso que la transformará completamente, aunque emprenderá el proceso por pasos. Otras organizaciones necesitarán poca adaptación, pero hay que entender, que transformar sí implica cambios.
Mito 3: “Digitalizar es lo mismo que Transformación Digital”. FALSO
Una mala interpretación de la transformación digital es quedarse solo en la parte “digital”.
- Digitalizar es convertir productos o servicios en digitales, por ejemplo la factura antes se imprimía y se enviaba por correo postal, ahora se envía adjunta en un correo electrónico. Esto por supuesto trae ahorros, velocidad en la entrega y recepción, y mayor seguridad, y esto constituye un elemento o un paso en el camino a la transformación, pero no es transformar, es digitalizar.
- La digitalización muchas veces puede resultar peor que el proceso anterior, porque en ocasiones un proceso que no es funcional se digitaliza y ahora además de tener el mismo mal proceso, se tiene nuevos problemas asociados a los nuevos medios. Estas son las situaciones que han vivido muchas empresas que digitalizaron productos y procesos que ya no funcionaban y consiguieron un escenario peor.
La transformación digital suele descubrir nuevos potenciales para la empresa, esto es nuevos mercados, nuevos productos, nuevos servicios, más valor añadido, y en definitiva más de todo. Se trata de una transformación a un mundo más rápido y abundante, por lo que es evidente que la empresa termina transformada, diferente, ágil, renovada, más grande, más rápida, ubicada en más lugares geográficos. En definitiva, en algo más grande.
Tener un ERP o software de gestión integral, es decir, toda la información conectada e integrada en una única base de datos toda la información de la empresa, es una de las formas más importantes de adaptarse a la era digital. Todavía hay empresas que utilizan planillas de excel o softwares obsoletos que no les permiten estar a la altura del mundo actual. Transformarse para evolucionar es la clave.
Fuente: Blog Sage